Debes estar allí. Deja que tus hijos conversen que cuenten como fue su día, pregúntales como se sintieron con determinada situación. Deja que tus hijos expresen sus ideas, sentimientos y preocupaciones de forma abierta. Escucha y no sermonees, debes estar disponible, anima tus hijos a expresar los sentimientos de forma creativa llevando un diario o dibujos.
Establece una rutina confiable. Una rutina clara y consistente ayuda a un niño a sentirse sano y salvo. Reglas claras le ayudan al niño a aprender lo que esta bien o mal. Sé consistente.
Cuando digas "no" que sea un "no". Si dices "no" a tu hijo cerciórate que ambos entiendan lo que significa el apegarse a la regla. Entonces actúa rápidamente (segundos) en forma firme y segura cuando seas desafiado. Realiza cualquier castigo con el que amenaces. No grites. Tu hijo quiere saber que tu "no" va en serio.
Dile a tus hijos que nunca es bueno el mantener un secreto que les hace sentirse mal o que les confunde.
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